Los Aspectos Psicológicos de Aceptar el Diagnóstico

Después de años de incertidumbre y múltiples visitas a médicos, finalmente tienes la confirmación de que tu hijo tiene una enfermedad . Te sientes como si uno de tus peores miedos se está haciendo realidad. Docenas de preguntas pasan por tu cabeza mientras piensas qué te depara el futuro. Esta reacción es perfectamente normal y sobreviene la siguiente pregunta ¿Y ahora qué?

Una vez diagnosticado, comienza un viaje que consiste en 5 etapas, muy parecidas a las etapas de duelo por muerte, pues implica la pérdida de tu forma de vida anterior. Es normal e importante pasar cada una de estas fases, donde lo crucial es seguir moviéndote. Mientras que es importante darte permiso para experimentar cada etapa tal como viene, no te quedes estancado en cualquiera de ellas.

ETAPA 1 – NEGACIÓN / MIEDO / AISLAMIENTO: 
Frases como esta son usuales: “ ¡A mi no, seguramente el médico está equivocado. Si la cuido mejor, estará bien.”. Esto es sólo señal de miedo. Te han dado un diagóstico, pero muy poca información sobre los hechos. Tus familiares y amigos probablemente saben muy poco o nada sobre la enfermedad y eso te hace sentir sólo. La mejor cosa que puedes hacer para ayudarte a pasar esta etapa, es educarte. Junta el máximo de información posible sobre la enfermedad y estúdiala cuidadosamente.

ETAPA 2 – ENFADO: Ya que te das cuenta de que tu vida está cambiando, probablemente estarás enfadado – con el destino, con los médicos por no diagnosticarla antes, con tu familia y amigos por no entender por lo que estás pasando. Sin embargo, esta etapa debe de ser de corta duración ya que  concentrarte en tu enfado solamente aumentará tu estrés (y así tu dolor) y te  aislará más de las personas a las que más necesitas a tu lado. La manera más productiva de manejar el enfado es canalizarlo en determinación. Concentra tu mente en buscar el plan de tratamiento más adecuado.

ETAPA 3 – NEGOCIACIÓN: Posteriormente intentarás “ negociar”. Quizás, si eres muy bueno, ldesaparecerá... Aquí es muy importante comprender que la enfermedad no es un castigo por algo que hiciste mal.

ETAPA 4 – DEPRESIÓN: Probablemente experimentarás algún grado de depresión. Quizá te das cuenta de que tu forma de vida está cambiando de manera drástica.El futuro que antes era tan esperanzador ahora parece una gran espacio blanco con un gigantesco punto de interrogación en el medio. Probablemente tendrás ganas de meterte a la  cama, taparte con las cobijas y esperar a que se vaya el mundo. No entiendes cómo serás capaz de vivir el resto de tu vida con dolor. La primer cosa que tienes que recordar es que tendrás algunos buenos días y algunos malos días. Conforme vas aprendiendo cómo manejar la enfermedad, qué actividades desencadenan una crisis, cuantos más días buenos tendrás. Si tu depresión es muy severa o si tienes ganas de acabar con tu vida, por favor habla con tu médico. Puede que tengas un desequilibrio químico que se puede ajustar con medicina.

ETAPA  5 – ACEPTACIÓN / RE-EVALUACIÓN: Es comprender que tu vida será distinta, pero que esa diferencia puede ser mejor. En esta fase, es hora de re-evaluar tu vida y tu forma de vida. Muchas cosas en la vida llamarán tu atención, pero solo unas cuantas llegarán hasta tu corazón. Ahora ha llegado el momento de concentrarte en lo que te llega hasta el corazón. Sigue esas cosas. Deja que se vayan las otras. Gasta tu tiempo y energía limitada en lo que es más importante para ti.

SINTOMAS DE UN DUELO: Rabia, culparse a uno mismo, ataques de llanto, diarrea, mareos, latidos del corazón acelerados, sentir que tienes un nudo en la garganta, sentir que lo que está ocurriendo alrededor no es real, dolores de cabeza, hiperventilar –abrir la boca e inspirar aire profunda y rápidamente para luego botarlo con un suspiro-, nauseas, no poder organizarse, no sentir hambre o perder peso, agitación e irritabilidad, tristeza o depresión, sensación de falta de aire, sensación de presión en el pecho, cansancio, dificultad para concentrarse, dificultad para dormirse.