lunes, 1 de agosto de 2011

Demos gracias de que "sólo es ATR"

Afortunadamente, nuestros peques con ATR no necesitan un donador para salir adelante. La libran con el tiempo y un ganchito, y muchísima paciencia y artimañas (por no mencionar neuronas)  maternales.

Batallar con los citratos y la hiporexia seguramente le parecerían muy poca cosa a una madre que espera impotente a que un donador altruista le de un riñón, y una segunda oportunidad, a su querido hijo...



Hoy murió mi concuño, "Lichi" de Diego, a dos semanas de un transplante renal... Esta vez pude acompañar a mi hermana, lo cual no pude hacer hace 5 1/2 años cuando murió mi querido cuñado, el gran ilustrador, escritor y cineasta, pero sobre todo grandísimo ser humano, "Rapi" Diego (hijos, dicho sea de paso, del gran poeta Eliseo Diego).

 En pleno velorio, mi hermana y yo hablamos de nuestras intenciones de donar riñones, y cualquier otra refacción que aun sirva cuando nos llegue el momento... Vamos a investigar cómo formalizar este deseo en vida.  Ojalá nuestro desafortunado conocimiento de los problemas renales nos de la oportunidad de dar una esperanza de vida cuando la muerte vuelva nuestros órganos superfluos para nosotros mismos.


Si pudiera, yo le donaba a mi tesorito ambos riñones y mi alma misma para curarla de la ATR... Pero el destino me ha pedido en vez tiempo, un ganchito, y mucha paciencia. La paciencia la tuve que aprender, y la sigo aprendiendo, porque no se me da naturalmente... Vaya, le donaría m paciencia, tan dura y dolorosamemente aprendida, para curarla YA. Como no se puede, le pido a su tío Rapi, y sus abuelos, que me la cuiden desde el cielo. Y doy gracias porque su derecho a una infancia feliz y un futuro prometedor no depende de que alguien le regale una refacción, porque escasean.

 Por favor, piensen en donar sus órganos vitales, o lo que sirva, cuando ya no los necesiten.

No hay comentarios:

Publicar un comentario